Hermandad de San José

miércoles, 30 de marzo de 2011

Los detalles

Una de las características de los cultos que anualmente celebra la Esclavitud en honor de San José es la gran cantidad de detalles que atesoran y que los fotógrafos saben sacar a relucir en los distintos reportajes que cuelgan. Hoy podemos recrearnos en esos detalles de la pasada Festividad de San José que tanto gustan a los cofrades .



Fotos: Jesús Savona y Manuel Jiménez.

lunes, 28 de marzo de 2011

Los milagros de San José

Tras la Festividad del Patrón de la Isla, continuamos relatando algunos milagros ocurridos por la intercesión de San José. En esta ocasión nos centramos en Montreal donde el santo Andrés Bessette ejerció su trabajo.

El hermano Andrés, de la Congregación de la Santa Cruz, no era sacerdote, durante 40 años fue portero del convento ( de hecho es conocido como el portero de Dios o el portero de los Afligidos) y, por más de 60 años, realizó milagros extraordinarios por intercesión de San José. Su devoción a San José le vino de su madre, muerta cuando era todavía un niño.


A todos los que le pedían oraciones, les decía que no separaran su amor a José del de María y de Jesús, presente en la Eucaristía. Él era un hombre de profunda oración ante Jesús sacramentado y amaba entrañablemente a María, pues andaba rezando el rosario a todas horas; pero, cuando le pedían favores, se los pedía a San José. Él se llamaba a sí mismo el perrito de San José, pero fue el gran apóstol de San José del siglo XX.



Los milagros realizados los hacía con toda sencillez. A veces, les decía a los enfermos que debían hacer una novena a San José y confesar y comulgar; y, después de la novena, quedaban curados. En ocasiones, les decía que no se preocuparan, que él rezaría a san José personalmente por su caso. Pero lo normal era darles medallas de San José y pedirles que se frotasen en la parte enferma de su cuerpo; o les daba aceite de la lámpara que ardía frente a la imagen de San José, para que se ungieran con él. De este modo se producían milagros espectaculares por cientos. Y esto ocurrió durante 60 años de su vida, pues murió a los 91.Su devoción por San José era tan grande que luchó por contruir un oratorio al Bendito Patriarca situado en el Monte Roya de Montreal.



En el año 1926, fueron reportados por la prensa 1.611 personas que decían haber sido curadas de graves enfermedades, y otras 7.334 decían haber obtenido favores extraordinarios de orden material o espiritual. ¡Algo realmente maravilloso! El hermano André fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 23 de mayo de 1982 y canonizado por Benedicto XVI el 17 de octubre de 2010.

domingo, 27 de marzo de 2011

La Cruz y el icono llegan a nuestra Parroquia

En la noche-madrugada del domingo al lunes llegó a nuestra Parroquia procedente de la entrada de San Fernando la cruz peregrina y el icono de la Virgen del Populo bendecidos por S.S. Juan Pablo II para las Jornadas de la Juventud que en este verano se celebrarán en Madrid.


El Icono de Nuestra Señora del Populo llegando a la Iglesia Mayor.

Ambos símbolos peregrinan por todo el país de cara al mes de Agosto donde recalarán en Madrid para presidir las Jornadas de la Juventud y durante esta noche y el lunes permanecerán en San Fernando pernoctando en la Iglesia Mayor donde una vigilia ha mantenido el templo abierto toda la madrugada, despidíendose de nuestra parroquia a las 9.

Las Hermandades de la Parroquia han celebrado un turno de oración en el que el rezo del rosario ha sido el protagonista, correspondíendole a nuestra Hermandad por parte del Hermano Mayor el rezo de las Letanías de Nuestra Señora.

El Hermano Mayor rezando las Letanias junto a la Cruz de los Jóvenes.

sábado, 26 de marzo de 2011

Continúan los ensayos

Durante la noche del pasado viernes se desarrolló el segundo de los tres ensayos previstos por la Comisión de Cuadrilla para la preparación de los hermanos cargadores de cara a la salida procesional de alabanzas del 1 de mayo.



Al igual que en el primer ensayo la asistencia de los miembros de la cuadrilla fue mayoritaria y el ambiente en torno al mismo fue muy bueno. El ensayo tuvo lugar en pleno centro de la ciudad ante la expectación de los viandantes que circulaban por Real hasta la plaza de San José.



Los hermanos cargadores volvieron a disfrutar de avituallamiento facilitado por la Junta de Gobierno colaborando de esta forma con la vocalía de caridad. El tercer y último ensayo tendrá lugar el próximo 8 de abril.


Fotos: Blog de la cuadrilla de hermanos cargadores del Patrón.

viernes, 25 de marzo de 2011

LAS “GLORIAS” DE LA CUARESMA

Pese al carácter de rigurosa penitencia del tiempo Cuaresmal, nos encontramos dentro de él con dos Solemnidades donde el morado se torna en blanco, quizá como preludio de ese cercano Domingo de Pascua, como unas vísperas gozosas que se unen a la alegría de los ornamentos rosados para el IV Domingo de Cuaresma (“Laerate”) y que, a su vez, tiene su equidistancia en el III Domingo de Adviento (“Gaudete”), vísperas de la Navidad. Una de ellas, es la SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ que celebrábamos el pasado sábado 19 de marzo y otra, quizá menos destacada pero muy vinculada a la primera, la SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR O DE LA ENCARNACIÓN, el 25 de marzo.



Nuestro calendario litúrgico está lleno de simbología en cuanto a fechas y celebraciones se refiere. Recordemos la visitación de María a su prima Santa Isabel cuando ésta ya se encontraba en cinta de Juan El Bautista, cuyo nacimiento celebramos el 24 de junio, justo seis meses antes de la “Nochebuena”, cumpliéndose así lo dicho por el profeta Zacarías: “Sería profeta del Altísimo e iría delante del Señor para preparar sus caminos”.



Tampoco la Solemnidad de la Encarnación es casual en este día 25 de marzo, puesto que el Anuncio del Ángel de la concepción inmaculada a una Virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David es justo nueve meses antes, es decir, el periodo de gestación hasta llegar al 25 de diciembre, la Natividad. Es más, desde la Anunciación hasta el nacimiento de Juan El Bautista, van exactamente tres meses, el tiempo que según la tradición, estuvo María con la madre de Juan en la visitación.


Las “incidencias” de cada Año Litúrgico, que gira en torno al primer plenilunio de la primavera, la primera luna de Pascua o la “Luna de Nisán”, suelen condicionar la liturgia de estas Solemnidades, tanto San José como la Anunciación, cuando coinciden con algún domingo de Cuaresma o, incluso, cuando lo hacen con la celebración de la Semana Santa, trasladándose a otras fechas más apropiadas.


Pese a ello, sirvan estas líneas para recordarnos como, también dentro de la Cuaresma, hay un tiempo para hacer presente las glorias de María y de su Esposo San José, nuestro Patrón.

                                                                      Juan Manuel Rueda Cebada.

jueves, 24 de marzo de 2011

Comerciantes de Indias y religiosidad popular: la Esclavitud del señor San José

Aprovechando las cercanías de la Festividad de San José el gaditano D.José María Rodríguez publicaba un interesante artículo sobre la Esclavitud de San José de la capital que, recordemos, es el origen histórico de la Esclavitud josefina isleña. D. José María Rodríguez es Doctor en Derecho por la Universidad de Sevilla y miembro de la Asociación "Cádiz Ilustrada" y ya en el pasado mes de noviembre realizó para la Hermandad una interesante conferencia donde nos explicaba algunos aspectos de la Esclavitud de la Iglesia del Rosario de Cádiz.

D.José María Rodríguez junto al Hermano Mayor durante el ciclo de conferencias de noviembre de 2010.
A continuación subo el artículo correspondiente, publicado el pasado día 18 de marzo en la Voz de Cádiz, que al igual que la conferencia es sumamente interesante.

Comerciantes de Indias y religiosidad popular: la Esclavitud del señor San José



Un capítulo de la historia de Cádiz pendiente de concluir es el de la religiosidad gaditana en el siglo XVIII, que se materializó en la creación de cofradías que surgieron durante este periodo histórico, el de mayor esplendor de la ciudad originado por el auge del comercio con las Indias.



Situada en el centro de la ciudad, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, después convertida en parroquia, comprendía en el ámbito de su feligresía, además del muelle y los principales órganos del comercio americano como la Casa de la Contratación, el Tribunal del Consulado y la Aduana, el ángulo que formaban las calles de San Francisco y de la Carne, hoy Columela, que era la sede del selecto comercio del lujo y de la más refinada moda europea de la época, donde comerciantes de diversos países vendían sus productos a la acomodada sociedad gaditana y a los inmensos mercados de allende el Atlántico. Gracias a su privilegiada ubicación esta parroquia va a convertirse en un espacio donde se desarrolle la sociabilidad religiosa de la naciente burguesía mercantil gaditana, ya que en ella se crearán varias cofradías integradas mayoritariamente por miembros de este floreciente grupo social.

San José de la Igelsia del Rosario.Foto, Alonso de la Sierra.
En 1738 un grupo de feligreses, imbuidos de la devoción a San José que se entendía por todo el mundo católico, deciden crear una cofradía para dar culto al Patriarca a semejanza de la ya existente en Madrid, en señal de agradecimiento a la Providencia por la prosperidad económica por la que atravesaba la ciudad. Para ello el 29 de Junio se reúnen en la parroquia 35 mujeres y 37 hombres, la mayoría de ellos comerciantes de Indias, y acuerdan la fundación de la Esclavitud del Patriarca Señor San José, aprobando sus estatutos que adaptan de su homónima madrileña.


Desde su fundación la Esclavitud atrajo a devotos del Santo de toda España, y a fines del siglo XVIII contaba con 464 hermanas y 437 hermanos, solicitaban su ingreso comerciantes, marinos, religiosos y hasta comunidades religiosas femeninas en bloque, no sólo las de conventos cercanos como los de Santa María y la Piedad de Cádiz o las Descalzas de Chiclana, sino de otros más alejados como el de las Brígidas de Lasarte. La relevancia social de sus miembros y la identificación de la Esclavitud con Cádiz tuvo sus frutos en 1757 con la concesión por el Cabildo municipal gaditano a San José de los títulos de Copatrono y Protector de la ciudad.



Para dar culto a San José, se adquirió una imagen en el extranjero, probablemente en Génova, encargándose a Torcuato Benjumeda el diseño y la construcción de su retablo que, tras diversas vicisitudes, se instaló finalmente en una capilla en la nave del Evangelio, corriendo a cargo de Torcuato Cayón la construcción de una bóveda subterránea para el entierro de sus hermanos. Estas obras no hubieran podido realizarse sin la generosa aportación de dos benefactores de la cofradía, dos nobles con fuertes relaciones con la iglesia del Rosario y con los cofrades de la Esclavitud, Juan Bautista de Uztariz, Conde de Reparaz y José Sáenz de Santamaría, Marqués de Valdeíñigo.

Marqués de Valdeíñigo.
Sus cultos debieron ser de los más suntuosos en una ciudad que vivía sus años de mayor prosperidad y donde no eran extraños el boato y el lujo de las celebraciones barrocas, recurriendo la cofradía para costearlos, además de a las limosnas de los cofrades, a la inversión en el comercio de Indias, como hace en 1777 cuando compra mercancías por valor de más de 13.000 pesos, que se transportan para su venta hasta el puerto del Callao en el navío Nuestra Señora de los Dolores ‘La Ventura’.

Almirante Nelson.
Años después la Esclavitud, como toda la ciudad, sufrirá las vicisitudes adversas del comercio americano, la guerra con Inglaterra con el bloqueo de la flota mandada por Nelson, los sitios de las tropas de Napoleón y del Duque de Angulema, y después las guerras de independencia de las colonias americanas. Durante estos tiempos de penuria suspenderá sus cultos suntuosos y aportará su ayuda al pueblo de Cádiz, como hace durante el bloqueo naval de Nelson, poniéndose los miembros de su Junta de Gobierno, Conde de Casas Rojas, Conde de Casa Lasquetty y el escribano del Consulado Joaquín Antonio Yance a la cabeza de la Junta de Caridad que crea el Obispo y que emplea a «un crecido número de artesanos y trabajadores» en las obras de urbanización de los alrededores de la Cárcel Real y reparte «más de cincuenta y dos mil hogazas de pan, entre ancianos, viudas y pobres», con los fondos que obtiene y que en gran parte provienen de los caudales que aporta la Esclavitud.

A estas calamidades habría que sumar el proceso desamortizador de los bienes de la Iglesia que despojaron a los conventos, iglesias y cofradías gaditanas de la mayoría de sus bienes. A pesar de todo ello, la cofradía siguió activa, continuando sus cultos hasta la primera década del siglo XX, tras la que dejaron de celebrarse.


La Esclavitud del Patriarca Señor San José se extinguió hace cien años, pero la huella de su existencia permanece hecha mármol y jaspe en su bien conservado retablo de la Parroquia del Rosario, desde donde nos habla del pasado glorioso de esta ciudad y de la espiritualidad de sus anteriores habitantes.

martes, 22 de marzo de 2011

Las Bulas del patronazgo de San José

Las Bulas del patronazgo quizas sean uno de los documentos más importantes para la Hermandad ya que marcan el punto culminante de la Historia de San José en San Fernando, por eso la sensibilidad demostrada por la Junta de Gobierno y el Ayuntamiento a la hora de conservarlas y exponerlas debidamente. Como hemos comentado, durante la pasada festividad del Patrón, la Hermandad recibió una reproducción fascimil de las mencionadas bulas junto con la traducción de las mismas al estar redactadas en latín, lengua oficial para los documentos del Vaticano. A continuación, por su alto valor histórico y devocional, las reproducimos.


Bula de Pio VII por la que se nombra a San José Patrón Principal de la Real Villa de la Isla de León en 1802
 TRADUCCIÓN:
Pío Papa Séptimo. Para la posteridad. Decreta en estos términos. Los Santos que a vista del Todopoderoso siempre están en su Divina y Real presencia, estos con un amor indecible hacia nosotros ruegan con solicitud y sin intermisión al Señor, a fin de que podamos conseguir la eterna salud, por nosotros que en realidad somos fieles de JesuChristo, como lo afirman las predicciones de ambos testamentos, jamás dejan declamar al eterno e inmenso y experimentando sus maravillas por medio de los Santos, los veneramos por el culto que le exhibimos, son realmente nuestros Amigos y medianeros, en verdad como consta de las antiguas y verdaderas tradiciones en todo tiempo, cada pueblo de por sí acostumbró a elegir para si mismo un Patrón de aquellos mismos Santos que habitan con JesuChristo en el Cielo. Por tanto a esta imitación el Ilustre Ayuntamiento de la Real Isla de León, en nombre del pueblo, a nuestros ojos llegaron sus letras suplicatorias en las que nos rogaban que, aunque veneraban como Patronos principales de la Real Isla y de todo su Obispado a los Gloriosos Mártires San Servando y San Germán, por constar por testimonio auténtico que vertieron su sangre por la fe de JesuChristo, en las inmediaciones de Cádiz, no obstante venerando en sus públicas Juntas con particular devoción al inclito Patriarca San José, dignísimo esposo de María Santísima, en los Cabildos celebrados el día diez y siete de marzo del año de mil setecientos sesenta y seis, y en el día trece del mismo mes del año de mil setecientos sesenta y nueve, y en el día cinco del mismo año eligieron por pluralidad de votos al Santo Patriarca por especial Patrono y tutelar, uniendo por copatronos a los de todo el Obispado, pero con más ardor por haber sido este pueblo afligido de una epidemia mortífera que causó los mayores estragos, y experimentando un total alivio, se obligaron a venerarlo por Patrono, por Voto y Juramento estando presentes el Santísimo Sacramento, los dos respetables cuerpos de sacerdotes secular y regular, el magistrado, la nobleza del pueblo y sus principales, renovando su voto con la obligación de ayunar la vigilia de los Desposorios y guardar su Día solemnemente, para ahora y para siempre, cada vez exponiendo estos que experimentaron el muy poderoso patrocinio de este Santo Patriarca, propicio a ellos, y pidiendo con ansias que declarásemos su veneración y culto con el deseo de afirmarse más en él; nuevamente sus súplicas llegaron a nuestros oídos que tuviésemos a bien concederles a este Santo Patriarca, como Principal Patrón por consentimiento de nuestro hermano el Obispo de Cádiz, según el Breve de Urbano, Papa Octavo, de feliz memoria, nuestro predecesor, concedida el año de mil seiscientos cincuenta y tres (constando el consentimiento de Nuestro Hermano muy amado Obispo de Cádiz, significado por su letra) nosotros de buena gana, queriendo conceder lo que pedía como a un mismo tiempo determinando que todos los hombres puedan ser absueltos de cualquier excomunión, suspensión, entredicho de cualquiera sentencia y censura y penas o castigos impuestos por derecho o por jueces eclesiásticos de cualquiera manera que estén atados con estas penas eclesiásticas. Nosotros usando de la plenitud de toda nuestra autoridad concedemos que veneren públicamente por Patrono principal la festividad del Patriarca Señor San José, no obstante que se veneren a los Santos Mártires Servando y Germán, y juntamente declaramos que los sacerdotes y clérigos, tanto seculares como regulares, a quien está impuesto por debito de Justicia el Oficio Divino, en lo sucesivo deben celebrar por Precepto, según las rúbricas generales, la Misa conveniente del Santo Patriarca, no estorbándolo las constituciones, órdenes apostólicas y costumbres de dicho pueblo, privilegios, indultos y letras apostólicas, concedidas, confirmadas, e innovadas en contrario, a todos estos y a cada uno de por sí, por esta vez tan solamente y para este efecto, especialmente lo derogamos y a otras cualesquiera cosas en contrario. Dado en Roma, en Santa María la Mayor, bajo el anillo del Pescador, día nueve de febrero de mil ochocientos dos. Año segundo de nuestro Pontificado. R. Crls. Brochius de Holdtis
 


Bula de Pio VII por la que se conceden indulgencias a aquellos que rezen ante la imagen del Patrón.
 TRADUCIÓN:
 
Pío Papa Séptimo. Para Perpetua Memoria. A fin de aumentar la Religión de los Fieles y la Salud de las Almas con los Celestiales Tesoros de la Iglesia, llevados de nuestro Paternal Amor a todos y cada uno de los Fieles de Jesuchristo de uno y otro sexo, que verdaderamente contritos, confesados y comulgados, visitaren cada año la Iglesia Parroquial de la Real Isla de León, Obispado de Cádiz, en los días de fiesta de los Desposorios y Patrocinio del Señor San José, esposo de María Santísima, desde las primeras vísperas hasta el ocaso del sol en dichos días de fiesta, y allí rogaren a Dios por la concordia de los Príncipes y Reyes Christianos, extirpación de las herejías y exaltación de la Santa Madre Iglesia, en el día de los arriba dichos que hicieren esto, alcanzarán Indulgencia Plenaria; además de esto a los mismos fieles Christianos, verdaderamente contritos, confesados y comulgados, que visitaren la dicha Iglesia, el día diez y nueve de marzo y los siete días continuos que siguen inmediatos, y allí rogaren por los fines arriba dichos, les concedemos otra Indulgencia Plenaria. Igualmente concedemos Indulgencia y remisión de todos sus pecados, en el espacio de dichos ocho días, y tan solamente una vez al año, a cada uno de los fieles de JesuChristo que eligieren a su voluntad. Dado en Roma en Santa María la Mayor, bajo el anillo del Pescador, el día nueve de febrero de mil ochocientos dos. Año segundo de nuestro pontificado. R. Crls. Brochius de Holdtis.

La capa del Bendito Niño

Una de las novedades que se pudieron apreciar en el besapie del Patrón en la pasada festividad del 19 de marzo fue la capa bordada que lucía el Bendito Niño de San José. La capa fue cedida por su vestidor y está realizada en seda color vainilla con bordados en oro sobre cartulina.


En el centro de la capa aparece un corazón con corona de espinas timbrado de llamas y cruz, símbolo del Sagrado Corazón de Jesús, orleado con rayos biselados realizados en hojilla; el antiguo conjunto se completa con una curiosa orla a base de hojas de parra, sacramental símbolo del vino y la sangre de Cristo.




Fueron muchos los fieles que expresaron la felicitación a la Hermandad por tan bello detalle y por la belleza del Bendito Niño con este atuendo.

lunes, 21 de marzo de 2011

LA CASERÍA CON EL PATRÓN.

La Hermandad del Stmo.Cristo del Perdón y María Stma. de la Paz del isleñísimo barrio de la Casería de Osio entregó tras la Solemne Función religiosa en honor de San José la insignia de oro de la Hermandad al Patrón con motivo de la entrega de la Medalla de la Ciudad el pasado 28 de noviembre, sumándo su ofrenda a la de Hermandades como Gran Poder, Vera-Cruz, Huerto o Expiración.



San José lucirá con honor el escudo de una de nuestras corporaciones penitenciales más singulares de la Isla por el castizo barrio en el que se ubica y en el que, en palabras de D. Manuel Satorre, Hermano Mayor del Perdón, está muy presente la devoción al Patrón de la Isla. Desde la Hermandad de San José expresamos nuestro agradecimiento por acordarse de San José y hacer entrega de este hermoso detalle.

OFRENDA JOSEFINA

Durante el pasado año 2010 se produjo el hermanamiento entre nuestra entidad y la Hermandad de los Desamparados, ambas, amen de una mágnifica relación desde hace años, tienen en común a San José como advocación titular y la celebración del 25 aniversario fundacional de la Hermandad de Sanidad y la entrega de la Medalla de la Ciudad a nuestro titular unieron oficialmente a ambas corporaciones.

Entre los distintos acuerdos que integran el hermanamiento se encuentra una ofrenda mutua de ambas Hermandades a los respectivos titulares josefinos y así, en disposición de lo acordado, nuestra Hermandad se desplazó tras la Función al Patriarca Bendito a la antigua capilla de San José para realizar una ofrenda floral a la reproducción del antiguo cuadro realizado por el Marqués de Ureña y que presidía dicha capilla hospitalaria siendo recibidos por la Junta de Gobierno encabezada por el Hermano Mayor D. Ignacio Cayetano Oliva. Una vez cumplimentada la ofrenda floral se procedió a distintos rezos para culminar la visita.



Por otro lado, momentos antes del incio de la ´Solemne Función en honor de San José en nuestra parroquia, una representación de la Hermandad de los Desamparados se acercaba a la Iglesia Mayor para proceder a la ofrenda floral al Patrón de la Isla, siendo recibidos por nuestro Hermano Mayor que dirigió los rezos ante San José.

Fotos: Raúl O.Leiva Rosa.

LAS BULAS DEL PATRONAZGO

El pasado viernes, víspera de la Festividad de San José, la Hermandad fue invitada a la exposición que en el Museo Municipal se realizaba del cuadro del Voto realizado por Francisco Xavier Riedmayer junto a las Bulas Pontificias otorgadas por Pio VII en las que se declaraba a nuestro titular Patrón Canónico Principal de la Vllla de la Real Isla de León en 1802.



Las Bulas conservadas en el archivo municipal siempre han sido objeto de la preocupación de la Junta de Gobierno al no saber con exactitud el estado en el que se encontraban en dicho archivo y ante la propuesta de la Hermandad de posibilitar una mejor conservación de las  mismas, la Alcaldía decidió, dado el valor histórico de los documentos, exponerlas en el Museo y entregar a la Hermandad una reproducción fascimil para su propio archivo.



Junto a las Bulas, una que instituía el patrocinio y otra en la que conceden indulgencias, se expuso también una traducción de las mismas para facilitar la lectura de los documentos pontificios.

Por último, el Excmo. Sr. Alcalde, entregó al Hermano Mayor una insignia de oro con el escudo de la ciudad de San Fernando que lucirá el Bendito Niño de San José.