Generalmente en la imagineria josefina barroca las imágenes de José no tocan directamente a su Bendito Niño con sus patriarcales manos, ya sea porque lo acunan con su manto o bien con un lienzo o similares, pero pocos fieles son los que prestan atención a esos detalles o no le dan la importancia simbólica que poseen.
La religión católica y sus ceremonias están repletas de símbolos, muchos de ellos evidentes, pero otros pasan desapercibidos o incluso, al fragor de las nuevas liturgias, caen en deshuso; uno de estos símbolos podemos observarlos en las custodias y ostensorios que cobijan al Santísimo Sacramento en las exposiciones de SDM. El ostensorio o custodia nunca va depositado directamente en la mesa de altar, en el manifestador, en el paso de la custodia o incluso cuando el sacerdote lo porta, sino que es colocado sobre un pañuelo que lo separa lo más sagrado de lo menos sagrado (puesto que tanto mesas de altar, manifestadores y pasos o carrozas de corpus están bendecidas).
Ese símbólico pañuelo o lienzo, generalmente ricamente bordado en diversas técnicas, separa lo Divino de lo Humano, la Majestad de lo mundano, el Hijo de Dios de los hombres.
Precisamente una de las letanías del Bendito Patriarca es la de "Custodio del Redentor", es decir, custodia simbólica del Santísimo Sacramento, que en este caso, es la Imagen del Bendito Niño; por eso, las representaciónes iconográficas de San José suelen portar al Bendito Niño con suma delicadeza y apoyado en un lienzo, pañuelo o manto, reafirmando la condición Divina de Jesús frente a la humanidad de Su Padre José.
Nuestro Patrón porta un valioso pañuelo de encaje "battenberg" desde el año 2005 en el que además suelen colocarse distintas joyas relacionadas con la ciudad como la insignia de la Federación de vecinos "Isla de León", la insignia de la Asociación de vecinos "San José" o el escudo de nuestra Hermandad hermana de los Desamparados.
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