Y nuestro Niño fue presentado al Templo.

Un año más con la llegada de la candelaria, nuestro Bendito Niño abandona los brazos de su padre para recibir entronizado la veneración de sus devotos; este año, a diferencia de otros años, la jornada se ampliaba a la mañana con motivo de la coincidencia del primer domingo de San José con la fiesta de las candelas o de la presentación de Jesús al Templo.

La divina imagen de nuestro Niño era ataviado este año con su túnica de tisú malva y bordados en plata, anudada a la cintura por una lazada blanca con menudos bordados sacramentales; por otro lado y por primera vez desde la reorganización, la imagen portaba un antiguo escapulario josefino. La corona real de filigrana de plata dorada y piedras semipreciosas coronaba al Bendito Niño.

 

Nuestro Bendito Niño era entronizado bajo su Padre en su artístico trono y con la novedad de un bello dosel pintado por Juan Manuel Rueda y rematado con un espejo en forma de sol. El altar además presentaba numerosos detalles como jarras con flores artificiales imitando las monjiles flores de talco, cornucopias, bandejas plateadas, jarras con simbólicas granaditas o una pequeña bandeja con los zapatos bordados de nuestro Divino Infante.

 

A las 18:40 comenzaba el rezo del Santo Rosario Josefino y pocos minutos antes de las 19:00 se daba lectura al primer dolor y gozo del Bendito Patriarca, el sueño de San José, que compone el primer domingo que desembocará en la Festividad del 19 de marzo. Este año, como novedad, se ha introducido tras el rezo, el canto del Himno de San José de Beigbeder.

 

 

La Eucaristía presidida por nuestro hermano Pedro E.García, culminaba con la consagración ante el Bendito Niño del Patrón y con una interminable fila de fieles venerando a nuestro Divino Infante.

 

Fotografías: Raúl O.Leiva para patrónsanjose y Eduardo Albarrán para Islapasión.