Lili, esposa de nuestro hermano Antonio Rivilla, es una de las vecinas más queridas de la calle Jorge Juan y gran impulsora de la devoción al Patrón en esta importante calle para la Esclavitud; siempre dispuesta, nos abría las puertas de su casa y de su corazón cada vez que nos hacía falta cualquier cosa. El pasado año, nuestro Titular reviraba su paso para que Lili pudiese solicitar la intercesión de San José y despedirse del mismo hasta poder volver a verlo en el Reino de los Cielos.
Que nuestro Patrón la proteja y ayude a nuestros hermanos y vecinos de Jorge Juan en este duro trance, especialmente a su marido Antonio y su hija, este 1 de mayo se hará muy difícil el transitar por esta querida calle.
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