El Hermano Mayor rociero también solicitó la protección del Patrón de la isla y se acordó especialmente de un hermano de nuestra Esclavitud y estrecho colaborador y familiar directo de dos miembros de nuestra Junta de Gobierno, hospitalizado hace escasos días por una dolencia de la que se recupera felizmente.
Por último, nuestro Hermano Mayor, destacó que estas difíciles circustancias le hayan permitido por vez primera presidir este entrañable acto, toda vez, que los motivos laborales hacían imposible su presencia en anteriores años, asimismo, solicitó a los rocieros, en cuya carreta se coloca una pequeña imagen de San José de plata, que tengan muy presente a los josefinos en tierras almonteñas y que le rezen a la Virgen del Rocio por nuestra Hermandad y todos los isleños.
Tras la realización de las pertinentes ofrendas florales, nuestro Hermano Mayor acompañó corporativamente a la Hermandad del Rocio hasta su primera parada en el camino en la esplanada de la Magdalena.
Fotografías: Alfonso Garnarez (Islapasión)
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