Desde principios del presente año, la Junta de Gobierno viene trabajando junto con el joven orfebre isleño Miguel Ángel Cuadros en el proyecto de ejecución de una nueva Cruz para los cultos internos y externos de la Esclavitud.
El Crucifijo, realizado en madera y otros elementos que recrean materiales nobles como el carey y el marfil, fue adquirido el pasado año 2015 a nuestros colaboradores Oscar Torres y Juan Manuel Jurado.
Respecto al boceto presentado por Miguel Ángel Cuadros en 2016, consta de una base en metal plateado para la Cruz en estilo rocalla y en consonancia con elementos del diseño del paso del Patrón. Igualmente, se puede observar un enriquecimiento del Crucifijo propiamente dicho en el reverso también con formas rocalla y alusivos a San José, junto con rayos flamígeros que parten del centro de la Cruz que se remata con un artístico “INRI” en el mismo estilo mencionado.
La Cruz podrá tener tanto uso procesional en cultos internos y externos como de altar en su propia base de madera y acetato, al ser independiente de la referida base y del asta que completará el proyecto y que será en madera y nudos de orfebrería.
Por último, el conjunto se enriquecerá con las manguillas que, en sus respectivos colores litúrgicos y con antiguos bordados propiedad de la Esclavitud, serán colocadas en cada una de las celebraciones internas y externas de la Hermandad.
La nueva Cruz Alzada que presenta la Esclavitud, estará presidida por una imagen de talla de un Cristo Crucificado, cuyas características artísticas serán abordadas en el desarrollo de la descripción en si del conjunto de orfebrería y talla que conforman la pieza que la Esclavitud muestra en el boceto.
La Junta de Gobierno tiene previsto el estreno del Crucifijo el próximo año 2017. Por último, no queremos dejar pasar la oportunidad de agradecer su disponibilidad y compromiso al orfebre Miguel Ángel Cuadros, así como a nuestros colaboradores Oscar Torres Barba y Juan Manuel Jurado.
EL CRUCIFIJO JOSEFINO TENDRÁ SU PROPIA ADVOCACIÓN.
La Junta de Gobierno de la Esclavitud ha decidido que la Imagen del Señor Crucificado tenga su propia advocación.
Gracias a las investigaciones de los historiadores Manuel Molina García y Fernando Mósig Pérez, sabemos que justo tres años antes de erigirse canónicamente la Congregación de Esclavos y Esclavas del Sacratísimo Patriarca Señor San José, existió otra institución que tuvo al esposo de María como titular, junto con la Inmaculada Concepción y una advocación cristífera. Es precisamente esa advocación la que la Junta de Gobierno quiere recuperar para el crucifijo que presidirá la nueva Cruz Alzada.
Efectivamente, en 1786 es aprobada la conocida como “Congregación contra el pecado mortal”, nombre popular que recibió por las jaculatorias que sus hermanos cantaban cada noche por la calle, y sobre todo por la sentencia que, al pedir entre los fieles con una espuerta y un farol en la mano, pregonaban: “Para hacer bien y decir misas por la conversión de los que están en pecado mortal”.
La Congregación tenía su sede canónica en la Capilla de la Escuela de Cristo, situada según Fernando Mósig aproximadamente a la espalda del Centro de Congresos “Cortes de la Real Isla de León” y, por tanto, en la entonces calle de San Bernardo (hoy Pérez Galdós), muy cerca de la trasera de la Iglesia Mayor. Sus reglas estaban basadas en las de sus homónimas de Cádiz, Madrid y Sevilla.
Entre sus fines religiosos, principalmente estaba defender la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, venerar a San José como esposo de María y contemplar el sufrimiento en la cruz de Jesús a través de su crucificado titular.
Esa imagen del Señor Crucificado aparece en las reglas advocada como del Señor de las Misericordias y, es por ello, que nuestra Junta de Gobierno ha decidido hacer un “guiño” al pasado de la Esclavitud, o mejor, a su antecedente, llamando de igual forma al Señor de nuestra futura Cruz Alzada.
Sostienen los historiadores Molina y Mósig que la Congregación deja de tener actividad cultual justo en el momento en que es erigida canónicamente la Esclavitud de San José. Mósig deja entrever que quizá, más que una desaparición de aquélla entidad, se reconvirtió en la actual Esclavitud que toma de aquella primera institución la devoción a San José y el voto concepcionista.
El hecho de que entre los fundadores de la Esclavitud de San José aparezcan las mismas personas que crearon la “Congregación de Cristo Nuestro Señor de las Misericordias, de la Santísima Virgen María Nuestra Señora en el Dulcísimo Misterio de su Concepción Inmaculada y de su Castísimo Esposo el Señor San José”, como realmente se denominaba la popular “Congregación del pecado mortal”, hace pensar a ambos historiadores que hubo, al menos, un trasvase cultual y humano a la Esclavitud de San José de aquellas devociones de la primitiva Congregación. Además, ambas estaban
integradas principalmente por sacerdotes, entre ellos, los presbíteros isleños Antonio José Herrera y Juan Evangelista Ximénez que son quienes aparecen, junto a otros, en el momento fundacional de ambas corporaciones.
Sea como fuere, la Hermandad y Esclavitud de San José, imbuida además del espíritu del Año Jubilar de la Misericordia que estamos viviendo, quiere con esta mirada a la Historia, saldar una deuda con su propio pasado histórico destacando la labor de aquellos que transmitieron a nuestra corporación la devoción josefina y mariana a través de la defensa de su Inmaculada Concepción, como marcan nuestras reglas desde la fundación
