Hermandad de San José

domingo, 3 de febrero de 2013

Y el Bendito Niño bajó de los brazos del Padre.

Intensa jornada la vivida hoy por los josefinos en el comienzo de los tradicionales "siete domingos de San José".


A las 18:30 se abrían las puertas de nuestra parroquia y se iniciaba la veneración, en forma de ceremonia de besapíe, del Bendito Niño de San José con motivo de la festividad de la candelaria. El Bendito Niño era entronizado con túnica bordada en oro sobre tisú dorado y corona de príncipe realizada en plata sobredorada y piedras preciosas. Componían la escena pequeños detalles como jarrones isabelinos con flores de talco y granadas como símbolos del amor de Dios, sacras, flores de orfebrería, bandejas y cera, mucha cera blanca para venerar al Niño Dios.


Pocos minutos después de comenzar el besapíe se iniciaban los rezos propios de estos cultos, Corona de Dolores y Gozos, lectura y reflexión del primer Dolor y Gozo del Bendito Patriarca ( el sueño de San José), letanías del Señor San José y Ángelus a la Virgen. Tras el ejercicio dominical se iniciaba la Eucaristía oficiada por nuestro hermano sacerdote y vicario parroquial, el Padre Pedro Enrique García, concelebrada por nuestro también hermano sacerdote y arcipreste de la ciudad, el Padre Alfonso Gutiérrez. Nuestro hermano Pedro reflexionaba, tras la hermosa lectura de la carta de San Pablo, sobre el amor como principal meta a alcanzar por los fieles durante esta semana.


Tras la Eucaristía, nuestros hermanos sacerdotes se dirigieron al altar del Patrón para realizar la consagración al Bendito Niño e incensar a la imagen, culminando el besapíe y dando paso a los devotos y fieles que se acercaron a venerar al Hijo de Dios.



La jornada aun no había terminado ya que uno de los actos programados para el día era la entrega a nuestro hermano Alfonso Gutierrez, de la insignia de oro de la Hermandad por su nombramiento como pregonero de la Semana Santa, costumbre que la Junta de Gobierno tenía prefijada para la festividad de San José, pero que este año, al coincidir el 19 de marzo después del pronunciamiento del pregón, se ha adelantado al primer domingo de San José para que nuestro Bendito Niño imparta su bendición al pregonero. Nuestro hermano Alfonso recibió muy agradecido la insignia de manos de nuestro Hermano Mayor en presencia de muchos otros hermanos y del Director Espiritual.


Tras las protocolarias fotos, concluía una tarde intensa que acababa, de nuevo, con el Bendito Niño en los brazos de su Padre en la Tierra, ataviado ya de forma más sencilla en concordancia con las vestimentas del Bendito Patriarca.


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