NO PUDO SER

Aunque durante toda la semana las previsiones dejaban claro que iba a ser un fin de semana muy inestable lo cierto es que a medida que se acercaba la festividad del 1 de mayo la situación metereológica mejoraba poco a poco y durante todo el día uno, aunque con un cielo nublado no llovía salvo gotitas prácticamente imperceptibles, que hicieron que todos los actos programados por la Hermandad se pudiesen realizar.

Los vecinos de San Cristobal y Jorge Juán ofrecieron su amabilidad y disponibilidad a la Hermandad, los vecinos de la calle San José esperaban ansiosos la petalada y todo transcurría con normalidad. La Junta de Gobierno valoraba distintos partes en los que la lluvia no hacía acto de presencia hasta la madrugada, pero en torno a las 19:30 horas el chispeo se hizo más persistente, y aunque los partes no variaban la Hermandad no podía precipitar una salida, por lo que se decidió retrasarla hasta las 20:50 horas.

La plaza de la Iglesia se encontraba llena de fieles esperando ver al Patrón en su remozado paso adornado  con un friso de claveles blancos y azucenas junto a dos jarras laterales, cedidas por la Hermandad de los Desamparados, también de claveles blancos; pero tras consultar una vez más los partes y llamar a Salvamento Marítimo la situación no variaba, insistiendo en que sólo un cambio en la dirección del viento podría precipitar el agua y que esa variación se produciría de madrugada, por lo que la Junta de Gobierno decide realizar la salida procesional de alabanzas a San José acortando el itinerario por la calle Real para recuperar el tiempo perdido con el retraso horario. El Hermano Mayor comunicó a los integrantes del cortejo y los hermanos la decisión entre los aplausos emocionados de los mismos.

Las puertas del primer templo parroquial se abrieron de par en par en torno a las 9 de la noche por parte del pregonero de las Hermandades de Gloria D. Juan Miguel Aranda y la plaza se desbordaba en aplausos, pero justo en ese momento la lluvia arreciaba y un nuevo parte en forma de sms al representante del Partido Popular que acompañaba en la presidencia a la Esclavitud nos alertaba de que en la localidad vecina de Chiclana diliviaba con fuerza lo que precipitó la decisión.

El Hermano Mayor acompañado de la Junta de Gobierno con gran emoción comunicaba la suspensión de la salida del Patrón y alentaba a los fieles para que este año lo visitasemos en su paso pero dentro del templo; a continuación el paso del Bendito Patriarca fue colocado en el Altar Mayor en dos emocionadas chicotás con la poesia de nuestro hermano Santiago Muñoz de fondo y el llanto desoncosolado de muchos devotos.

 La Banda de Olivares, que venía con muchísima ilusión tras una Semana Santa aciaga, se colocó en la nave de la Epístola y procedió a interpretar distintas marchas significativas del recorrido del Santo como sus dos composiciones dedicadas, San José y Santo Patrón Isleño que hicieron brotar de nuevo las lágrimas en los presentes; Reina de Triana que se esperaba para la petalada, Hossana In Excelsis para la entrada, Esperanza de Triana Coronada para el barrio y El Corpus Christi como ilusión a la que, en palabras del Hermano Mayor, debemos aferrarnos ahora; el acto finalizó con la interpretación del Himno de San José y la Marcha Real en una Iglesia atestada de fieles ante las plantas de su Patrón.

El 1 de mayo se esperaba con mucha ilusión por las promesas de muchos hermanos y el agradecimiento de otros tantos ante la pérdida de familiares queridos, pero no pudo ser. El día en el que la humanidad acogía a un nuevo beato de la Iglesia Católica, Juan Pablo II, gran devoto de San José, no pudo ser.

Fotos: Andrés Quijano, Manuel Jiménez y Jesús Savona.