La mañana del primero de mayo nacía radiante y, como siempre, se llevaron a cabo las convivencias con los vecinos de las calles San Cristóbal y Jorge Juan, además de la Eucaristía preparatoria para la salida procesional. También se hizo entrega al albergue San Vicente de Paul de víveres para los más necesitados.
En el transcurso de la Eucaristía, presidida por NH. párroco de la Sagrada Familia y Arcipreste, Alfonso Gutiérrez, se bendijo el nuevo estandarte del 225 aniversario de la Esclavitud, donado por varios hermanos. Las ofrendas correspondieron, un año más, a nuestra cuadrilla de hermanos cargadores.
También fue ofrecido a San José el bastón de mando de la familia Sillero-Pérez y se procedió a la bendición de medallas para los distintos hermanos que quisieron imponérsela. Como momento emotivo destacar la ofrenda floral realizada por nuestro Grupo Infantil. La capilla musical corrió a cargo del coro de Mujeres Isleñas con un repertorio netamente josefino.
San José lucía esplendoroso en su paso con un bello exorno floral realizado por NNHH. Rafael Aragón y Germán Reyes.
A las 7 de la tarde, el pregonero de las Glorias abría las puertas de la Iglesia Mayor dando paso a la Hermandad que abre el ciclo de las mismas.
Con un nutrido cortejo donde figuraban las Hermandades de la parroquia y distintas autoridades y hermandades relacionadas con la Hermandad, el Patrón hacía su salida a los sones de la Marcha Real y la marcha San José, encaminándose por la calle Real hasta la altura de Isaac Peral. La banda de música de las Nieves de Olivares volvía a brillar con luz propia en un binomio perfecto con nuestros hermanos cargadores comandados por Juan Carlos Peña.
La llegada a la Salle, donde fue interpretada la marcha Cristo Rey, y la llegada a la calle San José, con la tradicional petalada de flores, se convirtieron en los primeros grandes momentos de la jornada.
La plaza de San José esperaba abarrotada la llegada del Patrón que, un año más, saludó a las ancianas del patronato josefino y a los hermanos de la Hermandad de Desamparados en cuya capilla se realizaba la estación menor ante Jesús Sacramentado.
Tras la plaza que lleva su nombre nos adentrábamos en su barrio para disfrutar de momentos únicos en las calles San Cristóbal y Jorge Juan, donde el paso se giró hacia nuestra querida hermana Lili. La poesia de NH Santiago Muñoz y la petalada de nuestro Grupo Joven elevaron la temperatura cofradiera.
San José recorría los últimos metros de su procesión de alabanzas y entraba en el templo pasadas las 11 de la noche. Culminaba una intensa procesión llena de buenos momentos cofrades y de devoción al que es Patrón de la Isla. A continuación dejo el enlace de algunas grabaciones efectuadas de la procesión.
Aun con la resaca propia del 1 de mayo, nuestra Hermandad, ocho días después, se disponía a recibir en nuestra parroquia a los hermanos de Rocío que querían, un año mas, despedirse del Patrón y solicitarle un buen camino hacia la aldea almonteña, pero la lluvía hacía imposible el transitar de los rocieros por la Isla y nuestra Junta de Gobierno se desplazaba hasta la parroquia de la Sagrada Familia para realizar la ofrenda al Simpecado.
El 14 de mayo, tenía lugar el enlace matrimonial de nuestros hermanos y componentes de la Junta de Gobierno, Raúl Leiva y Rosa María García. El feliz acontecimiento realizado en la Iglesia Mayor contó con San José como testigo e incluso las mesas del almuerzo ofrecido por los contrayentes estaban relacionadas con calles del itinerario del 1 de mayo.
Pero el mes de mayo no sólo iba a acoger la anual procesión del día de San José Obrero, sino que además, como consecuencia de lo tempranero de la Semana Santa, también iba a contar con la procesión sacramental del Corpus Christi donde nuestro Patrón procesiona acompañando a SDM.
Con apenas 3 semanas de diferencia con respecto al 1 de mayo, nuestro Titular era de nuevo entronizado en su paso con su túnica de terciopelo burdeos bordada en oro y la llamada capa de Londrés; el Bendito Niño, lucía su traje de infante rematado con levita bordada en oro sobre tisú celeste.
El paso fue exornado magníficamente por Jose Manuel González y Germán Reyes en tonos rojos. Por otro lado, nuestra Hermandad se encargó una vez más del montaje del paso-carroza de la Custodia.
Como gran novedad y con motivo del vallado perimietral del ayuntamiento, el itinerario se redujo considerablemente pero el público abarrotó las calles y se pudo disfrutar de un gran y cuidado cortejo. Tanto la celebración religiosa como la procesión fueron presidida por nuestro Obispo Diocesano, Rafael Zornoza, con motivo del 250 aniversario de la proclamación de San Fernando como ciudad.
Terminaba un intenso mes de mayo y comenzaba un periodo estival donde también, aunque en menor medida lógicamente, han sucedido acontecimientos interesantes.
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