Hermandad de San José

jueves, 4 de mayo de 2017

Crónica de un primero de mayo esplendoroso.

Cuando a las 12 de la noche el paso del Patrón se posaba en el presbiterio de nuestra parroquia, se hacía el vacío en el interior  y un único foco iluminaba su rostro, las sensaciones de alegría por lo vivido inundaban los corazones josefinos; pasaba un nuevo 1 de mayo, el decimoquinto, donde San José había paseado por su pueblo rodeado de gente. Todo el trabajo desarrollado durante meses había dado sus frutos y, salvo algunos pequeños lunares, la sensación de felicidad era la nota dominante entre los hermanos. Difícil tarea la de resumir tanto esfuerzo y tantas emociones.



LAS VÍSPERAS.

El penúltimo fin de semana de abril, recién finalizada la Semana Santa, el paso del Patrón arribaba a La Mayor y San José quedaba entronizado estrenando su nueva túnica bordada salida del cariño de sus hermanos. El altar de insignias quedaba también finalizado a la espera del estreno de la nueva Cruz Alzada. En la parroquia todo el trabajo quedaba finalizado a falta del exorno del paso y de la colocación de las joyas al Santo Patrón; ahora quedaba un arduo trabajo de organización y puesta en valor del itinerario procesional con la colocación de exornos que engalanasen el transitar de San José.








La calle Real y alrededores lucían esplendorosos gracias a la colocación por nuestro Ayuntamiento de reposteros balconeros corporativos, algo digno de agradecer; mientras, el resto del itinerario, era exornado por la propia Hermandad y los vecinos colaboradores. La calle San José, donde la casa de nuestra querida hermana Aurora, recibía todas las miradas, o la plaza de San José, que estrenaba ristras de banderitas con los colores vaticanos y de la ciudad, completaban un entorno maravilloso para el paso de la procesión. Mención especial en este apartado merecen las calles San Cristóbal y Jorge Juan, cuyos vecinos se vuelcan con la Hermandad a pesar de los distintos avatares de la vida.



El 30 de abril se vivió con emoción en el interior de la parroquia, la nueva crestería del paso del Señor San José ya estaba colocada y el paso presentaba una nueva fase de talla que será completada D.M. en el Corpus con el estreno atrasado de las 4 maniguetas del trono josefino. La nueva Cruz Alzada llegaba a la Iglesia de la mano de su orfebre, el isleño Miguel Ángel Cuadros, y causaba sensación entre los hermanos presentes a pesar de estar realizada sólo en una  primera fase. Quedaban por colocar las preseas al Santo y rematar el conjunto con el exorno floral.


Medalla y LLave de la Ciudad, entre otras joyas de importancia josefina, "rivalizaban" con la presencia de una presea muy especial, la placa de la provincia de Cádiz que le fue concedida a nuestro hermano Alfonso Berraquero por su trayectoria profesional y que servía de recuerdo emocionado al que fuera sanador del Patrón e Hijo Predilecto de San Fernando, los "genios no debían morir", decía Dalí.


Nuestros hermanos Germán Reyes y Rafael Aragón, dispusieron un bellísimo y variado exorno floral que desterraba parcialmente el blanco inmaculado por otras tonalidades como el rosa palo, el morado o el amarillo pastel. Todo un conjunto donde destacaron las rosas y los jacintos pero que también contaba con especies tan variopintas como las fresias, los iris, las margaritas santini, las bouvardias, las glixias, la flor de cera o la flor de arroz seco, entre otras. Todo un derroche de buen gusto y de conjunción.

LA MAÑANA DEL 1 DE MAYO.

!E hizo un día como de Patriarca Bendito¡. Utilizando la famosa alocución de la llegada de la Virgen del Carmen a la Isla, no hay mejor forma de describir como amaneció la mañana del primero de mayo; sol espléndido y algo de poniente que viraba a levante al final de la tarde, y es que, como dice la alegría compuesta por NH. Juan Manuel Rueda, San José es levante en calma, timón de vida y mi esperanza.


A las 10:30 la calle San Cristóbal recibía la visita de numerosos hermanos para el desayuno que los vecinos de la calle tributan a la Hermandad y donde se viven momentos únicos de convivencia fraterna y de alegría por lo que está por venir.


A las 12:30 se iniciaba la Misa de hermanos con una Iglesia prácticamente llena, con el paso del Patrón presidiendo el presbiterio y con nuestro querido coro de "mujeres isleñas" poniendo las notas musicales con cantos propios josefinos compuestos por NH. Santiago Muñoz. La Eucaristía fue oficiada por el R,P. Jose Carlos Mellado, que ya nos acompañó en el pasado Triduo del Voto, y que de nuevo hizo las delicias de la concurrencia exaltando la importancia de San José como modelo de los trabajadores, "la fiesta de San José Obrero no trataba de restar importancia a una fecha pagana y política, sino de poner bajo el amparo y el ejemplo de San José a todos los trabajadores cristianos", resaltaba en su homilía.


Como es tradicional, las ofrendas fueron realizadas por nuestra cuadrilla de hermanos cargadores que, junto a las tradicionales flores y especies eucarísticas, ofrendaban una faja como símbolo del trabajo que iban a realizar horas después bajo los palos del paso del Patrón.



Antes de finalizar la Eucaristía se procedió a la bendición e imposición de medallas corporativas a aquellos hermanos y fieles que lo desearon. Por último, llegaba el momento de la bendición de uno de los estrenos de la jornada, la nueva Cruz Alzada, guiada para el momento por NH. Jose Manuel Aragón.

A diferencia de otros años y, ante el recuerdo del reciente fallecimiento de una de las vecinas más queridas de la calle Jorge Juan, nuestra recordada Lili, el almuerzo que los vecinos de la calle Jorge Juan ofrecían a los hermanos no se realizó, quedando pendiente volver a realizarlo para el próximo año.

LA TARDE DEL PRIMERO DE MAYO.



Minutos antes de las 7 de la tarde comenzaba a formarse el cortejo en La Mayor y los nervios comenzaron a aflorar cuando los tambores de las Nieves de Olivares resonaron en el interior del Templo. Todo estaba preparado. El pregonero de las Hermandades de Gloria, el R.P. David Gutiérrez, acompañado del Hermano Mayor y de distintas autoridades como nuestro Director Espiritual o el Almirante del Arsenal Carraqueño, abría las puertas de la Gloria de par en par para dar paso al diputado de cruz y a la nieva Cruz Alzada.






El cortejo formado por el grupo de devotos de la Divina Misericordia, la Adoración Nocturna femenina, las Hermandades de la parroquia, Hermandad del Carmen y la Orden Servita antecedían al cortejo josefino representado por el guión del 225 aniversario de la Esclavitud, que antecedía a las salineras del Carmen y la Sal, la representación corporativa de la Hermandad hermana de los Desamparados y algunas instituciones civiles como la Federación de vecinos, los colegios de Graduados Sociales y de Ingenieros Técnicos Industriales, la Academia de San Romualdo o el Círculo de Artes y Oficios; el guión de la juventud josefina finalizaba este tramo.


La antepresidencia de la Hermandad fue formada por los representantes de las Hermandades de Gloria, la Hermandad del Santo Entierro y la Hermandad de la Caridad con motivo del 75 aniversario fundacional de la misma.


La Reliquia de San Pedro escoltada por faroles antecedía a las representaciones de la parroquia ( Hermanos Mayores de las Hermandades, Presidenta de la Adoración Nocturna Femenina y San Vicente de Paul; la Junta Permanente del Consejo de Hermandades presidida por el señor Presidente fue acompañada del pregonero de las Glorias.



Tras la antepresidencia, la bandera de la ciudad, concedida a la Hermandad en el año 2002 y reformada el pasado año,  acompañada por las bulas pontificias del patronazgo josefino portadas por libreas, antecedía a la representación municipal.




El libro de reglas de la Esclavitud daba paso a la presidencia formada por la Junta de Gobierno y las principales autoridades como el Director Espiritual, el Almirante, el Hermano Mayor de la Cofradía hermana de Desamparados y nuestro Hermano Mayor.


El cuerpo de servicio de la Hermandad era precedido por otro de los estrenos de la jornada, cuatro pequeños niños vestidos de librea que ofrecían una imagen gloriosa inconfundible unido a una buena cantidad de pequeños monaguillos antecediéndolos y que hicieron las delicias del público al repartir estampas y caramelos.



El paso del Patrón precedido por el cuerpo de acólitos y servicio de la Hermandad, era, un año más, comandado por Juan Carlos Peña y su equipo de auxiliares dando luz a una cuadrilla de hermanos que con su estilo inconfundible va a siempre a más. Se acercaba al dintel de la Iglesia mientras sonaba de fondo el órgano tocado por José González, solemnidad que quedaría rota tras los aplausos a la primera levantá que nuestra Esclavitud ofreció a los cofrades de la Hermandad de la Caridad en su 75 aniversario fundacional.








La salida del Bendito Patriarca a los sones de la Marcha Real y el Himno de San José interpretados por las Nieves de Olivares, iniciaba un caminar por la Calle principal de la Isla  rodeado de público; se sucedían las marchas (San José, Corpus Christi, La Esperanza de Triana, la Sagrada Cena, Sevilla Cofradiera,..)  para llegar al primer punto álgido de la jornada, la llegada a la Capilla de la Salle  para saludar y ser recibidos por la Hermandad de Cristo Rey. Sonaron composiciones como Jerusalem, La Estrella Sublime y Cristo Rey en honor de nuestros hermanos lasalianos y para llegar a la calle San José, su calle.









Tras el saludo a NH.Aurora y su fachada engalanada como ninguna, el Patrón recibía los primeros pétalos a los sones de "San José" de González García, pero sin duda, lo mejor estaba por venir; gran cantidad de público se concentraba en mitad de la calle a sabiendas de lo que estaba a punto de pasar, la gran ofrenda floral que desde hace una década hermanos, devotos y vecinos tributan a nuestro Titular. Para qué cambiar algo que funciona a la perfección, y un año más, los sones de Reina de Triana sirvieron de telón de fondo para una gran petalada floral formada por más de 15 cajas que tiñeron el suelo de blanco y actuó de hermosa alfombra para el paso del Patrón; los aplausos se sucedieron a medida que la marcha cambiaba de ritmos, aplausos que continuaron en la plaza con la interpretación de la marcha "A ti Manué" con la que se llegaba hasta las ancianas del patronato josefino.





 Tras la Estación Menor ante SDM en la capilla de nuestros hermanos de los Desamparados, tenía lugar otro de los grandes momentos de nuestra procesión, la levantá a pulso de nuestros hermanos cargadores en honor de nuestras queridas abuelas mientras sonaba de fondo la marcha "Mi Amargura". A la magnífica interpretación de las Nieves, se unía la emoción trasmitida por nuestros hermanos cargadores que, ante una plaza abarrotada, supieron alterar los corazones en un homenaje a nuestros mayores.



Los sones de "Procesión de Semana Santa en Sevilla" acercaban el paso de San José hasta la capilla que antaño estaba dedicada al Patriarca; allí nos esperaban nuestros hermanos de Desamparados para realizar una ofrenda floral al Patrón y dar una levantá en honor de la Cofradía sanitaria y de la parroquia de San Francisco representada por su párroco, nuestro estimado Padre Gonzalo. Sonaba "Cristo del Desamparo y Abandono" en honor de nuestros hermanos para despedirnos de la plaza y adentrarnos en el barrio del Patrón mientras anochecía sobre la Isla.


Mucha gente esperaba a San José en las calles Santiago y Pérez Galdós, calles que daban paso a otro de los puntos fuertes del itinerario josefino, la calle San Cristóbal. "Cristo de la Alcazaba" y "Azul y plata" servían para atravesar una calle donde volvían a llover pétalos en honor del Bendito Patriarca.


San Francisco de Asís y San Pedro Apóstol, donde el público disminuyó un poco, sirvieron de transición para uno de los últimos puntos álgidos de la procesión, la calle Jorge Juan, donde San José llegaba a los sones de Margot y Rocío, levantando los primeros aplausos de un público que esperaba al Patrón en su calle más mítica. En la calle San Francisco de Asís nuestros hermanos de la Asociación Parroquial de la Reina de los Ángeles realizaron una ofrenda al Patrón y dieron una llamada al paso.





Tras la marcha Coronación de la Macarena, el paso de San José se posaba en el centro de la calle para recibir los sentidos versos con nuestra añorada Lili en el recuerdo. Las lágrimas y la emoción afloraban en muchos vecinos y hermanos, sobretodo, cuando Antonio Rivilla y Rosa, marido e hija de Lili, daban una levantá de honor al paso del Patrón. Sonaba de fondo la melódica marcha Hossana in Excelsis, mientras el paso se levantaba a pulso, y la tristeza daba paso a la alegría cuando ante el fuerte de la marcha volvían a llover pétalos sobre San José, solemnidad, emoción, recuerdo, pero sobretodo, gloria; no puede entenderse al Patrón de otra forma y Lili no hubiese querido otra cosa.

La subida de la calle San Vicente a los sones de Coronación fue apoteósica y el paso de San José llegaba al callejón "Nicolás Carrillo", donde una de las componentes del coro "Mujeres Isleñas" interpretaba una alegría dedicada al Patriarca. La Madrugá ponía la guinda al callejón que daba paso a la plaza de la Iglesia donde el público disminuyó al no ser festivo el día 2.





Los sones de "Santo Patrón Isleño" y el Himno a San José ponían el punto final a una procesión que cumplía 15 años en la calle. Tras la marcha Real se cerraban las puertas de La Mayor mientras el paso del Patrón se acercaba al presbiterio y sonaba de fondo las oraciones y jaculatorias en honor de San José. Las palabras de nuestro Hermano Mayor de agradecimiento y, al mismo tiempo, de despedida del cargo invitando a los hermanos y devotos a acercarse a la Hermandad pusieron el broche de oro a un nuevo primero de mayo.


Una vez que la Iglesia quedó a solas, un único foco iluminaba el rostro cansado pero satisfecho del Patrón, San José puede estar muy orgulloso de sus hermanos y del amor que le profesan.

Fotografías: Eduardo Albarrán para Islapasión, Maria del Carmen Candón, Alberto Morales y archivo.


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