No obstante, ya en las reglas y constituciones de la Esclavitud de San José de 1789, en clara vinculación con la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla (vulgo "El Silencio")y con otras corporaciones coetáneas, isleñas y foráneas, se establece la defensa de la concepción sin mancha de la Stma. Virgen, desde el primer instante de su ser natural, la criatura elegida para ser Madre del Hijo de Dios encarnado.
Como testimonio concepcionista, en el altar de cultos de la Solemnidad del Voto del pasado año 2010 figuró una antigua imagen de tamaño menor al natural que representa a la Inmaculada Virgen María, cedida por el Convento de las Madres Capuchinas de nuestra Ciudad. El venerado simulacro fue entronizado en el entrecalle del altar, justo debajo de la réplica del cuadro de “El Voto a San José” e iluminada por un candelabro de siete puntos de luz donde, entrelazados, se apreciaban sendos lazos con la bandera nacional y el celeste inmaculado, es decir, en torno a los Siete Misterios de San José que representan cada luz y en los que la Stma. Virgen también jugó un papel crucial junto a su esposo.
En la actualidad, como memoria anual del carácter concepcionista de nuestra corporación, en el culto mensual de cada 19 de diciembre se realiza una consagración a la Stma. Virgen en este misterio que es Dogma de fe para los católicos desde 1854.
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