Hermandad de San José

domingo, 26 de abril de 2015

Un pregón valiente y con mucho contenido.

En la tarde-noche del pasado viernes tenía lugar de forma oficial el comienzo del tiempo de las glorias con la presentación del cartel y el pregón de las Glorias de nuestra ciudad. Tanto en un caso como en otro, dos hermanos josefinos fueron los protagonistas.



El cartel, que recoge una fotografía de Santa Elena, ha sido realizado por nuestro hermano Jose Luis Cardoso Macías.

El pregonero era nada más y nada menos, que nuestro anterior Hermano Mayor y actual Fiscal de la Junta de Gobierno, Juan Manuel Rueda Cebada, que nos ofreció un texto valiente, crítico y cargado de sentimientos.


El pregonero fue presentado por su propio hermano, Rafael Rueda, actual Hermano Mayor de nuestra Esclavitud, que nos narró de primera mano la importancia de su hermano como referente en la vida.


El pregón comenzó de forma clara, directa y en verso, con una hermosa dedicatoria a una amiga común de varios componentes de la Junta de Gobierno josefina y que ha pasado por el mal trago de una de las peores enfermedades de la actualidad. gracias a Dios, ya superada casi en su totalidad.

“La Palma de la Victoria
Ya la llevas en tu mano
Lo quiso la Virgen Chiquita
Viñera y Reina del Barrio.
Por eso digo tu nombre
Al comienzo del pregón
Qué mejor dedicatoria
Rosario Valero Bruzón”

Tras la dedicatoria, el pregonero solicitó la venia a San José con hermosos versos.

Antes de imaginar siquiera, 
ni de cruzarme el pensamiento 
la más remota idea
 de tener que alzar la voz 
y no evitar esta torpeza.
 Ni de decir lo que se siente
 pero sabiendo con certeza
 Que por mucho que se quiere transmitir 
lo que uno piensa 
Jamás es suficiente gratitud
 la que se expresa
 ahora que tengo la suerte
 de poder juntar las letras
 que hilvanan tu Santo nombre
 y decir a boca llena 
Que en este primer Pregón
Invoco y pido la venia a Ti,
 mi Santo Patrón.


Santa Teresa y sus múltiples y variadas frases para la posteridad, también estuvo muy presente en un pregón, no sólo en los versos del pregonero, sino también en forma de cuadro que decoraba el altar junto a las banderas corporativas de las 5 Hermandades letíficas de la Isla.

Por eso mismo Señor, 
Pese a mucho que naciera 
500 años no son 
ni mucho menos frontera. 
Ni tiempo para olvidar
 a la Santa que quisiera,
 pensar que hay un rincón 
donde el Sol se mira y refleja
 donde el cante tiene nombre 
de José, para más señas. 
Y donde su gente repite,
 por siglos la cantinela,
 ¡Que siempre el Patrón San José 
consuela a la Isla sus penas!

Juan Manuel fue bordando, una a una, los distintos momentos de cada Hermandad Letífica, sin olvidar a las agrupaciones parroquiales de María Auxiliadora o Reina de los Ángeles. Pero antes, una reflexión sobre el tiempo de las glorias y la tentación de los cofrades de creer que con la Semana Santa ya ha acabado todo.

Tan certera como la flecha que eternamente abrasa de amor el corazón de la Santa de Ávila son estas palabras suyas que perfectamente pueden resumir la ilusión, la fe y la esperanza de lo que está por venir: las vísperas de la Gloria ¿Acaso no son nuestras vidas unas vísperas constantes y siempre vigilantes al momento del tránsito a esa Gloria que no sabemos cuándo nos alcanzará? Ahora que podemos tener la tentación de pensar que todo acaba de terminar una vez más… Que los naranjos de la calle Ancha van dejando de llorar caprichosamente su azahar… Que peleamos con nuestra memoria para retener ese instante tan hermoso como efímero de una Semana Santa que creemos archivada en ya el libro de la Historia particular de cada cual… Que quizá hemos dejado de llevar la cuenta de las horas contando con que ya habrá tiempo, cuando es el tiempo quien cíclicamente nos alcanza… Ahora es cuando hay que estar más alegres que nunca y atentos al sonido del reloj que ya marca las vísperas de nuestras glorias.

Con la Hermandad de Santa Elena se vivieron uno de los momentos más bonitos y comprometidos del pregón al hilvanar el descubrimiento de la Cruz y la Fe de la emperatriz con la masacre que están sufriendo los cristianos a manos de la intolerancia satánica de los yihadistas.

Patrona de la Arqueología y de la Conversión, cuan necesitados de tu ejemplo y tus virtudes están esos fanáticos que a golpes de una supuesta Fe están masacrando diariamente vidas inocentes y cualquier testimonio de civilización, civilización, todo lo contrario a lo que ellos representan para el Mundo.


Madre de Emperador
De tan grandes Estados
Obra en ellos la conversión
De volver a ser humanos


Que tras esta sinrazón
Y al fin tendernos la mano
Convivamos, de una vez,
Y esta vez de corazón
Simplemente como hermanos.

La famosa frase del Papa S.Juan Pablo II en su visita a las marismas, "que todo el mundo sea rociero", fue el hilo conductor de un sentido homenaje a la Hermandad del Rocio isleña, sus inicios y su forma de entender las cosas.

Porque caíste y te alzaste
Como ese Cristo flamenco,
Porque tú no te venciste
Por Angustias y lamentos
Porque hiciste la promesa
De besar suelo almonteño
Como hizo el mismo Papa
Ejemplo de rocieros
Por anclar tu simpecado
Por sevillanas y rezos
Siempre en ese Santuario
De plegarias y de sueños
Sólo me queda decirte
Ole Tú por lo que eres
Ole Tú rociero isleño.

Con su también Hermandad de la Pastora el pregonero realizó un homenaje a los pastoreños de siempre, a los que están durante todo el año luchando por su Hermandad.

Paz y bien “pa” los hermanos
De la Pastora de siempre
Los que no le dan de lado
Y que saben ir de frente
Dentro y fuera de tu paso
Pastora, ¡esos sí son tus valientes!



Paz y bien por Doña Elvira
García Cantalejo
Paz y bien por nuestro hermano
D. Alfonso Berraquero
Que te ha ofrecido en vida
Hasta gastarse los dedos
Un arte hecho caricias
Por tú cara, por tus manos y por tú pelo.

Con la Hermandad del Carmen, Juan Manuel, tiró de los recuerdos de juventud tanto para hablar de la procesión del 12 de octubre como para referirse a la devoción a la Patrona en tantas y tantas isleñas que portaban su hábito como promesa.

(...) Es, el HÁBITO DE LAS PROMESAS… Verdaderamente un recuerdo ya para este tiempo egoísta donde, no solamente se ve incomprensible, sino incluso con indolencia, ese hábito penitencial, ese sambenito autoimpuesto que simboliza el tesón, la constancia y la certeza de que, con la intercesión de la Virgen del Carmen, seríamos dignos de alcanzar las promesas que, siempre, en el corazón de una madre, se solicitan para el prójimo y no para una misma.



La parte más esperada para el josefino del pregón llegó de la mano del recuerdo a los que hicieron posible la devoción al Bendito Patriarca y a los que la hacen en la actualidad, utlizando la imaginación de ver como el posible escultor del Patrón realizaba su trabajo en la Isla de aquellos tiempos.

La satisfacción llenaba el espíritu del artista cuando, inesperadamente, vuelven a plantearle un nuevo reto… Una imagen del Padre de Jesús, de su Cristo expirante y del que “yace como dormido para nos, que creemos en su despertar”, como afirmaba ante sus ilustres cofrades… El rostro del Padre de Jesús, que debía concentrar toda la expresión, puesto que sería “una Imagen para vestir lujosamente como corresponde a la de un Copatrón para la Villa, tenedlo muy presente” insistían los cofrades de la Esclavitud; el rostro de un artesano, como lo era él… Y el rostro, en definitiva, de un Padre…

Desde la nostalgia de sus antiguas camaristas, como Dña. Ana Gallego Tapia que renueva su voto particular con el Patrón cada primero de mayo, en pie, a las puertas de su casa de la C/ General Serrano, sacando fuerzas de donde ni ella misma sabe y Dña. Ángeles Muñoz Cruzado… Hasta los niños del Patrón, los josefinos, como nos bautizaría hace ya quince años Arturo Rivera en el Diario de Cádiz, los niños de San José de nuestro hermano Juan Guerrero, el mismo que en noviembre del año 2000 nos mandó colocar, por un instante cual antiguo maestro, junto al Patrón, recién ataviado en la Sacristía para su Función del Voto, la número doscientos para él y la primera para aquellos jóvenes.

Remató sus palabras al Patrón con un sentido verso que volvió a levantar los aplausos.

Porque siempre está presente
El Patrono de la Isla
En la vida de su gente
Que le reza y que lo mira


Porque siempre estás presente
Capitán de nuestra vida
De la Iglesia eres el Norte
Timón de los cañaíllas.

Porque yo no me imagino
Porque no te imaginamos
Por los siglos de los siglos,
Sin ser, Patrón de San Fernando.

Pero el pregón no acababa con San José, empezaba con San José y finalizaba con la crítica certera a aquellos que hacen de la crítica a las Hermandades su modo de sentirse protagonistas.

(...) porque los que verdaderamente sabemos y experimentamos el esfuerzo titánico y el desgaste que supone sacar adelante una Hermandad los 365 días del año, tenemos el privilegio de desarrollar un reconfortante espíritu de empatía con el prójimo, la capacidad de saber que lo que vemos, mejor o peor, siempre es fruto del mismo esfuerzo o incluso mayor que el que nos obligamos a hacer cada uno de nosotros diariamente en nuestra Hermandad.

Porque si ya hay que ser valiente de verdad, tener una gran capacidad de trabajo, una buena dosis de paciencia y no poca disposición a los demás para asumir una responsabilidad en una Hermandad, con todo el respeto hacia una parte de vosotros, no digamos si tiene mérito en estos días enrolarse en una corporación gloriosa, donde la semilla del empeño cimentado en la fe suele tardar más en florecer y, no digamos, en madurar.

Por último, Juan Manuel, realizó una exhortación a las Hermandades de Gloria, solicitando su unión, y a los cofrades para que no las traten como Hermandades de segunda categoria.

Porque las glorias nunca fueron
La hermosa flor de un día
Ni un momento pasajero
Y después, melancolía.


Las glorias nunca fueron
El capricho de unos cuantos
Ni tampoco persiguieron
Ser más que otros tantos.


Las glorias nunca fueron
Segundo plato de nada
Que bien saben de alimento
Del que necesita el Alma


Testigos son los siglos
De todas estas palabras
Del Carmen hasta el Castillo
Historia viva que habla.


Porque el tiempo de las Glorias
No lo mide el calendario
No cabe en nuestra memoria
Ni en cualquier itinerario

El mágnifico pregón finalizaba como empezó, en verso, con una llamada a vivir el tiempo de las Glorias.

Porque es la vida misma
En este rincón cargado
De sabiduría no escrita
En sus patios encalados
De atardeceres eternos
Y balcones asomados
Al azul de nuestro cielo
Que a veces casi tocamos
Porque la Isla es reflejo
De lo que siempre esperamos
¡Que es vivir la misma Gloria



Tras el pregón, todos aquellos que quisieron acompañar al cartelista y al pregonero, disfrutamos de una velada en un conocido restaurante pastoreño donde se entregó a nuestro pregonero una bella insignia de plata con las azucenas simbólicas de San José por parte de la Junta de Gobierno.

Fotografías: Eduardo Albarrán para Islapasión.

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