Hermandad de San José

viernes, 1 de noviembre de 2013

Nuestro Patrón presidió el Rosario de Ánimas un año más.

La víspera de la Festividad de Todos los Santos se ha convertido en los últimos años en nuestra Hermandad en una cita importante en la que orar por nuestros fieles difuntos y difundir el rezo de la Corona de Dolores y Gozos josefina junto a nuestro Patrón.



Un centenar de hermanos y fieles aproximadamente formaron el sobrio cortejo que nuestra Hermandad dispuso ayer en la calle y que recorrió las calles del barrio en una hora y diez minutos.


El cortejo se abrió por el diputado de procesión que precedía al estandarte de ánimas de la Hermandad escoltado por los originales faroles antequeranos; tras el estandarte, un primer tramo de hermanos perfectamente ataviados para la ocasión portando cirios blancos que terminaba con la reliquia de Santa Teresa de Jesús escoltada por luz y que daba paso a un segundo y numeroso tramo de hermanos y fieles portando también cirios blancos que finalizaba con el estandarte corporativo escoltado por varas.

 
La Juventud Josefina y la Junta de Gobierno en funciones portando varas precedía al cuerpo de acólitos de la Esclavitud y a las andas del Bendito Patriarca portada por nuestra Cuadrilla de Hermanos Cargadores, que un año más imprimieron un sobrio y elegante andar a la parihuela que hizo que el cortejo anduviera de forma constante en función de las necesidades del acto.

 
Por último y, por primera vez en ocho años, nuestro Director Espiritual hizo las funciones de preste tras San José estrenando la nueva capa pluvial morada con bordados en plata; el preste fue escoltado por acólitos mientras que un hermano revestido con ropón portaba el libro de difuntos de la Hermandad.


Las andas de San José eran iluminadas por candelabros con guardabrisa y por candeleros portadores de cera blanca amen del tradicional candelabro de siete brazos que simboliza los siete misterios del Rosario Josefino. Además nuestro hermano Rafael Aragón dispuso un elegante centro de rosas rojas a los pies del Patrón, que volvía, como es tradicional, a lucir su terno morado. Entre las distintas preseas que portaban las imágenes, destacaba la medalla de Santa Teresa realizada en plata y traída desde la tierra natal de la Santa por la comisión que en la pasada Navidad visitó Ávila para recorrer los espacios donde la Doctora de la Iglesia ejerció su ministerio. También el Bendito Niño lucía en su cintura el ancla de oro de la Armada Española en recuerdo al Voto realizado por el Arsenal de la Carraca a San José por si intercesión en el maremoto de Lisboa del año 1755.

 
Tras la entrada en la Iglesia Mayor, completamente a oscuras, la parihuela con el Patrón se dirigía al altar mayor para que nuestro Hermano Mayor rezase la consagración de la Hermandad a San José y nuestro Director Espiritual otorgara la bendición final. Por último, se procedió a la veneración de la reliquia de Santa Teresa de Jesús.
 

Ya con la Iglesia totalmente iluminada, se sucedieron las distintas fotos de familia, destacando una, la de la Junta de Gobierno en su último acto antes del cabildo de elecciones, una foto para el recuerdo tras una legislatura donde se ha logrado la consolidación de la Hermandad y de la devoción a San José.


 La solemnidad y el recogimiento son los dos calificativos más apropiados para un acto que año a año se consolida en el calendario josefino y que "lucha" contra las costumbres paganas de la famosa noche del Halowen.
 
Fotografías: Andrés Quijano para Islapasión y Jose Carlos Fernández para San Fernando Cofrade.

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