En torno a las 3 de la tarde, nuestro Patrón quedaba entronizado a la espera del Rosario de Ánimas por las calles del barrio del próximo 31 de octubre, víspera de la Festividad de Todos los Santos.
El Bendito Patriarca mantiene su estampa tradicional para este acto con túnica y manto combinando los tonos morados, color del luto litúrgico para la Iglesia, en respeto por los fieles difuntos de la Hermandad. En esta ocasión, San José lucirá su valioso cuello de encaje "battemberg" del siglo XVII, mientras que el Bendito Niño recupera el traje de terciopelo morado y encajes dorados aderezado con cuello de encaje "punto de aguja", con el que no procesionaba desde hacía 2 años.
La parihuela con la que nuestro Patrón visitará a los vecinos del barrio, también recupera su tradicional disposición con candeleros y candelabro de siete brazos que simboliza los siete dolores y gozos de San José y los siete misterios de la corona josefina.
Ya está todo dispuesto para que el próximo 31 de octubre a las 20:00, nuestro Titular se exponga a la veneración pública en un culto externo sobrio en memoria de los fieles difuntos y el Voto del Arsenal de la Carraca a San José del año 1755, todo enmarcado en la Festividad de Todos los Santos, de entre los cuales, el Bendito Patriarca es el principal en su papel como intercesor ante Dios.
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