250 años de la Isla venerando a su Patrón.

Intensa jornada josefina la vivida a lo largo de todo el día desde temprana hora en nuestra parroquia y nuestra corporación, nuestro Titular amanecía en su capilla esplendoroso, con su altar cuajado de cera y con los detalles acostumbrados por nuestra mayordomía todo para mayor gloria de San José.

Muchos fieles han pasado por la Iglesia Mayor para venerar con sus oraciones y sus besos al Santo de los santos. A pesar de coincidir la Festividad de San José en plena cuaresma, e incluso en Semana Santa, siempre hay un hueco en el corazón isleño para venerar a su Patrón y, año a año, son más los fieles que se acercan a la Iglesia para felicitarlo, rogar por sus padres y solicitar la intercesión del Patriarca.

San José, ataviado con túnica y capa bordadas, presentaba sus mejores preseas, incluyendo a su Bendito Niño, que además estrenaba unas bellas potencias en metal plateado donadas por un hermano, se presentaba a los fieles en su esbelta peana, quedando detrás un manifestador con Jesucristo crucificado, la reliquia de la santa josefina por excelencia, Teresa de Jesús, y piñas de cera blanca conjuntada por jarrones de porcelana isabelinos con flores de metal a imitación de las antiguas flores de talco conventuales; bandejas plateadas, cornucopias y reliquias quedaban dispuestos en otros dos manifestadores realizados por la mayordomía de la Hermandad hace varios años. Como novedad y remate del conjunto, las columnas compuestas del altar josefino se engalanaban con dos colgaduras rematadas en su vértice por un simbólico espejo en forma de sol de madera dorada.

 

Pocos minutos antes del comienzo de la Función Solemne en honor y gloria de San José, nuestra querida Hermandad de los Desamparados, se acercaba corporativamente a venerar a nuestro común Titular y realizar una ofrenda floral; gesto que se repetiría a la inversa por parte de nuestra Junta de Gobierno tras nuestra Función.

A las 7 de la tarde y con la Iglesia totalmente llena de fieles, nuestro hermano y sacerdote Pedro Enrique García, daba comienzo a la Solemne Función Religiosa acompañado del cuerpo de acólitos de la Esclavitud en las labores de acolitado y por el coro gaditano "Virgen del Patrocinio" en las labores musicales. Distintos miembros de la corporación municipal, encabezados por el Segundo Teniente de Alcalde, Ángel Martínez y distintas autoridades locales y hermandades de la ciudad se dieron cita en la Iglesia Mayor para acompañar a la Hermandad; también nos acompañó el pregonero de la Semana Santa isleña 2014, D José Martín Pérez, que quiso solicitar la intercesión de nuestro Patrón para la importante labor cofrade que tiene encomendada.

Nuestro hermano Pedro, realizó una sentida plática donde, una vez más, demostró su cariño y devoción por el esposo de la Madre de Dios y encandiló a los fieles con su sencillez de palabra y su cercanía. Como es tradicional desde la reorganización de la Esclavitud, las hermandades patronales del Carmen y la Divina Pastora, realizaron una ofrenda floral a San José.

Poco después de las 8 de la tarde, finalizaba la Solemne Función con el canto de la Salve Josefina ante el altar de San José y el beso de los fieles que asistieron a la ceremonia.

Un año más, y ya van 250 consecutivos, San Fernando veneró a su Patrón demostrando que su devoción es eterna y no entiende de reorganizaciones, de misas parroquiales o propias, ni de fechas complicadas.

Nuestro Titular, ya guarda en su altar la llegada del reencuentro con su amado pueblo en forma de procesión gloriosa en el primero de mayo. Hasta entonces, felicidades José, felicidades Padre.