Lo que hace diferente a esta capilla de todas las demás es el milagro ocurrido en su escalera. La capilla fue construida a finales del siglo XIX pero cuando se terminó las hermanas de la congregación que se encargaban de regirla echaron en falta la construcción de una escalera que les llevara al segundo piso. Ante las limitaciones económicas que tenían tras la construcción del templo, pasaron 9 días rezando al único carpintero que conocían, San José.
Un desconocido toco en la puerta de la capilla el último día, dijo que era carpintero y que se ofrecía a hacer la escalera y así fue, el misterioso personaje construyó sin ayuda alguna la escalera que hoy en día es considerada un prodigio de la carpintería porque no se sabe como se sustenta al no tener soporte central ni usarse para su construcción pegamento ni clavos. Después el carpintero desapareció sin esperar sueldo alguno y sin dejar vestigios.
Desde entonces una nueva leyenda nació en Santa Fe al pensarse que la escalera había sido construida por el mismo San José enviado por Jesús para atender las súplicas de las hermanas.
La escalera denominada desde entonces “la milagrosa” es centro de peregrinación ya que la envuelven tres misterios: el nombre del constructor de la escalera; como se sustenta, ya que arquitectos, científicos e ingenieros no entienden como se equilibra y, en tercer lugar, de donde viene la madera utilizada en la construcción ya que se han hecho todo tipo de análisis y no hay nada parecido en la región. Un detalle: la escalera tiene 33 peldaños, la edad de Cristo.
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