Hermandad de San José

jueves, 10 de marzo de 2011

SAN JOSÉ Y LAS EPIDEMIAS.

Sin duda el mayor milagro atribuido a San José en nuestra ciudad es el haberla librado de la epidemia de fiebre amarilla del año 1800, pero nuestro Patrón ha sido invocado para frenar estas epidemias mortíferas varias veces más a lo largo del siglo XIX en nuestra ciudad. Hoy, en cambio, no hablaremos de San Fernando sino de la intercesión de San José en una epidemia de cólera en Estados Unidos.



En el año 1866, la población de San Luis sufrió una funesta epidemia de cólera que acababa con la vida de 280 personas cada día desde hacía dos meses.



En la parroquia de San José, el párroco y superior de la Comunidad de jesuitas, el padre Joseph Weber, les invitó a hacer un compromiso con Dios para construir un monumento a San José, el patrono de la parroquia, si cesaban las muertes.
A partir del día en que hicieron la solemne promesa a Dios por medio de San José, se acabaron las muertes en la parroquia, que anteriormente eran alrededor de 25 diarias, sólo en la feligresía.

Ninguna persona de las familias que hicieron el compromiso murió. Esto fue considerado como un milagro. Y cumplieron su promesa. Construyeron un magnífico altar en el presbiterio de la iglesia, el altar principal, que todavía puede verse y que, desde entonces, se llama el altar de las respuestas (a las oraciones). Este milagro fue registrado como un hecho auténtico en los documentos de la parroquia del año 1866, para gloria de San José.

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