Servando y Germán eran dos hermanos procedentes de Mérida que como consecuencia de su reconocida profesión religiosa y sus milagros en vida, fueron encarcelados y torturados en dos ocasiones, siendo finalmente martirizados en el cerro ursoniano (actual Cerro de los Mártires); habiendo llegado al sitio del sacrificio, se pusieron de rodillas Servando y Germán, y con voz sumisa hicieron oración a Dios, pidiéndole se dignase aceptar el sacrificio de su vida. Los verdugos dieron el golpe con que fueron cortadas sus sagradas cabezas. El cuerpo de San Servando fue sepultado en Cádiz y el de San Germán llevado a Mérida, en donde con el tiempo fue colocado al lado de Santa Eulalia. San Servando fue trasladado a Sevilla y colocado en el Cementerio de Santa Justa y Santa Rufina.
De todos es conocida la Historia del Patronazgo de San José sobre San Fernando, pero al estar relacionada con los Santos Mártires, recordaremos brevemente la misma. En 1765, la Isla de León se convierte en municipio independiente de Cádiz y como tal, intenta dotarse de señas de identidad propias, entre las que las religiosas son fundamentales en una época donde la Religión Católica lo impregnaba todo. El patronazgo josefino encuentra la oposición del clero local orihundo de Cádiz que consideran a S.Servando y S.Germán como los únicos patrones de la localidad. Por Bula papal, San José queda como Com-Patrón y los mártires como Patrones principales. La epidemia de fiebre amarilla de 1800 y el Voto que los distintos cabildos realizan a San José, supone la total identificación de la ciudad con el Santo de los Santos y el Papa Pio VII reconoce su patronazgo principal sobre la Villa de la Real Isla de León, quedando Servando y Germán como com-patrones o patrones menores.Desde 1840 aproximádamente el Patrón y los Co-patrones comparten altar en la Iglesia Mayor y custodian a la ciudad en la que son venerados.
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