Hermandad de San José

jueves, 27 de octubre de 2011

SAN JOSÉ, PATRÓN DE LA BUENA MUERTE.

Aprovechando la cercanía de la Solemnidad de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos y coincidiendo también con el Rosario público que nuestra Hermandad realiza anualmente el 31 de octubre en memoria de los que ya disfrutan de la presencia del Santo Patriarca, traemos para vuestro conocimiento el tributo que durante años tanto la Antigua Esclavitud, reorganizada en 2004, como la Asociación Josefina ofrecían a sus hermanos difuntos.


San José, protector de los agonizantes y Patrón de la buena muerte.

Gracias a las últimas aportaciones documentales realizadas a la Hermandad, tenemos constancia de que a principios del siglo XX la Asociación Josefina se comprometía a asistir con su Guión representativo y a costear los entierros de sus hermanos difuntos. En concreto, por la conservación de los recibos de la funeraria de D. Juan Ruiz, la corporación josefina atendió la exequias de los fallecidos en los años 1909 y entre los años 1913 a 1917, ambos inclusive. También es de destacar que, indirectamente, por medio de estos recibos hemos conocido la pertenencia a la Asociación Josefina de ilustres isleños como D. Emilio Cróquer, D. Francisco Celier o D. Manuel Roldán.


La Asociación Josefina se comprometía a asistir con su Guión representativo

 Que la Asociación Josefina era directa continuadora de los cultos de la Antigua Esclavitud se vuelve a constatar en el hecho de que, junto a la asistencia a los funerales (ni la Hermandad ni la Asociación disponían de bóveda de enterramientos en la Parroquia, a diferencia de otras corporaciones), celebraba Solemne Misa de Requiem en la víspera de la Festividad de los Desposorios y día de la Función del Voto desde 1800 (26 de noviembre), tal y como marcaba el Estatuto de la Esclavitud josefina desde 1789. En concreto, conservamos sendos recibos de noviembre de 1924 y 1925, el primero de ellos por el exorno del altar del Santo por la Misa en honor de los difuntos a favor del hermano josefino D. Antonio Valverde y de D. Antonio Anelo, respectivamente.

La Esclavitud adornaba el altar del Santo para las Misas de Requiem


Quizá no sea casualidad el interés por celebrar estos cultos, que en 1920 el Papa Benedicto XV confirma al Santo en una encíclica sobre el Patrocino de San José y el aumento de su culto, como Protector de los Agonizantes, lo cual vino a reforzar la secular devoción al Patrón isleño en su papel de intercesor ante las calamidades y enfermedades, como quedó perpetuado con la epidemia de fiebre amarilla de 1800.


Benedicto XV confirma a San José como Protector de los Agonizantes













Por último, acabaremos este artículo recordando que desde el pasado año y cada 31 de octubre, el recuerdo de los que ya no están entre nosotros se hará más presente y cercano, ya que tras la imagen de San José, un hermano porta el Libro de Difuntos con los nombres de tantos y tantos devotos del Santo Patrón que le rogaron en vida y por los que, solicitando su intercesión, continuamos rezando nosotros.

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