Hermandad de San José

martes, 9 de diciembre de 2014

Artículo publicado en San Fernando Información y realizado por el conocido cofrade y ex Hermano Mayor de la Hermandad de los Afligidos, Jose María Vietes, sobre San José y la Inmaculada.

Son dos de las figuras más santas y representativas de la Iglesia Católica. Y hablar de ellas en sus celebraciones. No deja de ser un compromiso de obligado cumplimiento.
San José, Patrón de nuestra Ciudad y Titular de la Devota y Venerable Hermandad y Esclavitud del Bendito Patriarca Señor San José, en su CCXXV Aniversario fundacional de La Esclavitud, tiene un claro significado y una estrecha relación con nuestra Ciudad y con nuestro Ayuntamiento por cuanto nos convoca la presencia de tan venerado Santo en la Isla, si nos referimos a épocas pasadas y a los favores que se le atribuyen.
  No cabe la menor duda y  es justo reconocerlo, que su actual Junta de Gobierno, ora et labora fijándose en él. No en vano, nuestro Padre y Señor San José, constituye un modelo poseedor de argumentos suficientes y dignos de resaltar para seguirlos. No sólo fue un Santo silencio y obediente al servicio del Señor, sino  el más vivo ejemplo de la Sagrada Familia. Y como consecuencia, el referente universal de todas las demás familias repartidas por este inmenso y atribulado mundo.
  El domingo pasado coincidiendo con el primer domingo de Adviento y comienzo del Año Litúrgico, se celebró en su sede de la Iglesia Mayor, la Santa Eucaristía  presidida por el delegado episcopal de hermandades y cofradías, concelebrada con el párroco de la misma como colofón final del Triduo, que presidió el capuchino, franciscano y cofrade, fray Ricardo de Córdoba. Triduo que la corporación josefina, dedica cada año al Patriarca con motivo de la renovación del Voto, que el Consistorio isleño acordó conceder al Santo por su intersección en la epidemia de fiebre amarilla que  asoló a la ciudad en 1800.
  Durante este solemne acto. Nuestro alcalde entregó al Santo  y a su hermandad -las llaves de oro de la ciudad- Llaves que por cierto poseen muy pocos y creo que por primera vez y en la Isla, un Santo, la recibe. Llaves, que en lo sucesivo además de la medalla de oro de la Ciudad, que ya posee desde el 2010 -ésta vez- con motivo del Bicentenario. Va a distinguir a la ya de por sí muy conocida y considerada Venerable Hermandad de la Esclavitud, representada en tan devota y patronal Imagen  nuestra. En este mismo acto, la hermandad del Carmen, hizo entrega a la de San José, de un escapulario de plata como testimonio del vínculo que les unen a ambas hermandades y a ambos patronazgos en nuestra Ciudad. Asimismo el grupo de oración de la propia hermandad de la Esclavitud, entregó al Patrón, otra medalla de plata, que reproduciendo a la Inmaculada, sintetiza el recuerdo del voto ofrecido por esta corporación en defensa de su Dogma.
En cuanto a la vigilia de la Inmaculada, que comienza hoy. Señalar, que también se ha convertido ya en una efeméride muy importante entre los cofrades y los fieles devotos de la Isla. Especialmente entre los más jóvenes, cuya presencia ciertamente hay que aplaudir. Y tampoco puede pasar desapercibida esta significativa celebración en un año en el que aumenta su interés con motivo de cumplirse el -CCC Aniversario- de la aparición de tan bella imagen de la Virgen del Carmen en nuestra Ciudad. Porque creo, que así es como hay que considerarla: como la aparición de un regalo de Dios bajado del cielo. O como una Estrella de los mares, que nos llegó a través de nuestros caños y se convirtió en luz  y  guía  protectora de todos los pescadores, marinos y navegantes.  Por eso la citada vigilia además de festejarse en todas las Iglesias de la Ciudad. Tiene la particular atención de celebrarse hoy en su honor y de un modo muy especial, recordando este hecho singular e histórico, precisamente en su Casa, que no es otra, que la Iglesia Convento del Carmen de los Rvdos. PP. Carmelitas, donde desde entonces recibe el culto, la devoción y el amor filial de todos los isleños.
San José el pasado domingo y María Inmaculada hoy, encarnan por obra del Espíritu Santo la figura de Padre y de Madre respectivamente. Ambos inmaculados. Sólo falta la presencia de su Hijo. Pero esperad, porque Éste llegará al mundo pronto, dentro de tres semanas ¡En Navidad! Y nacerá para enseñarnos su evangelio y morirá para salvarnos. ¡Adoremos pues al niño Jesús, rey del universo y salvador del mundo!

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