Las grandes solemnidades del calendario litúrgico, a modo de preparación, están precedidas de las I Vísperas, cercanas a la celebración. Este oficio consta de una estructura fija: oración a modo de invocación, himno, salmodia, cántico, responsorio breve, cántico a la Virgen (Magníficat), preces y oración, cuyas intenciones pueden variar en función de la Solemnidad religiosa que se conmemora.
La Esclavitud de San José, como preparación de la Solemnidad del Voto, que coincide litúrgicamente con el I Domingo de Adviento, celebra también solemnemente las I Vísperas e incluye en su estructura las partes antes referidas, así como la Exposición del Santísimo Sacramento, Procesión Claustral y Reserva de S.D.M. tras la celebración de la Eucaristía.
Las intenciones de la celebración religiosa, el descanso eterno de los hermanos difuntos por la intercesión de San José como Patrón de la Buena Muerte, están presentes en las I Vísperas, tal y como fue entendido por nuestro hermano sacerdote y párroco de la Sagrada Familia, el Rvdo. Padre D. Alfonso Gutiérrez Estudillo, cuando en el año 2004 elaboró su contenido. De esta manera, la recién reorganizada Esclavitud de San José recuperaba la celebración de las Vísperas previas a la antigua Festividad de los Desposorios (26 de noviembre) tal y como se recogía en sus constituciones fundacionales de 1789.
En conclusión, aunque la Festividad de los Desposorios desapareció del calendario litúrgico católico tras la reforma conciliar, la Función religiosa conmemorativa del Voto a San José se celebra por parte de la Hermandad lo más solemnemente posible en el inicio del Adviento y precedida de las I Vísperas, combinando tradición y adaptación a la renovación litúrgica de la Iglesia.
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