Hermandad de San José

lunes, 29 de noviembre de 2010

Poema tras la medalla

Poco a poco, a lo largo de la semana iremos comentando todo lo vivido en este fin de semana histórico para la Hermandad y que concluia al filo de la madrugada con San José en su altar y como si nada hubiese pasado. Pero lo cierto es que si han pasado muchas cosas y todas buenas para esta Hermandad que no se olvidarán en muchos años; una de estas cosas buenas fue la presencia en la Función y posterior acto institucional, de muchos invitados de renombre entre los que se encontraba D. Gabriel Solís Carvajal, reconocido cofrade y pregonero sevillano, hermano mayor de la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina y uno de los meditadores ante San José, que además vino acompañado de cofrades de la Hermandad pastoreña y de la Candelaria. D.Gabriel nos sorprendió con un inesperado regalo, un bello poema para San José con motivo de la entrega de la medalla de la ciudad.

A continuación les ofrecemos esta bella poesia y agradecemos a D.Gabriel su gesto y su presencia.


A San José, Patrono de San Fernando.

Una medalla,
una medalla de oro
para Ti, Casto José.
El escogido por Dios,
el que en San Fernando es,
ese Patrono elegido,
por este pueblo bendito.
El esposo de María,
y ese padre que sin serlo,
consagró a Jesús su vida.
El más humilde y más justo
nacido en el Universo.
Hombre de Amor verdadero,
el llamado del Altísimo,
el Bendito Carpintero.
El que salvó a Jesús Niño
por la bendición de un sueño.
El que abraza entre sus brazos
a Jesús, Dios verdadero,
bendita vara, bendita,
que floreció entre sus dedos.
El que se mira en los ojos
de ese Niño puro y bello,
y en esa Madre Sublime
que es la Reina de los Cielos.
Que repiquen las campanas
de esta tierra de salinas,
de esta tierra, San Fernando,
de esta tierra gaditana,
esta tierra, San José
que por Patrono de aclama.
El consuelo de los tristes,
el que en la muerte te llama,
y el que la Iglesia Proclama
como obrero y Patriarca.
El más Santo entre los Santos,
el que murió entre los brazos…
el de la Esposa Inmaculada,
mientras Padre le decía
a su lado el Hijo amado.
El que subió entre los Ángeles,
al infinito Universo,
le acompañaron los astros,
las estrellas y luceros.
Y allí, desde el más allá,
con amor está mirando,
a estos hijos que lo hicieron,
patrono de San Fernando.
Una medalla,
una medalla de oro
para Ti, Casto José,
patrono entre los Patronos.
El que en la última hora,
a todos tiene presente,
porque nadie, como Tú,
a la hora, de la Buena Muerte.


D. Gabriel Solís Carvajal.

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